Tu piel, desnuda indumentaria que envuelve tu grandioso corazón, protectora cual reja carcelaria del espíritu libre de tu amor.
Tu piel, vestidura inmaculada, pista de aterrizaje de mi avión, es el papel de regalo de tu alma tu alma blanca que Dios me dió.
Tu piel, suave pana necesaria, recuesta mi cara en tu almohadón, pues tu pecho es llama refractaria que enciende adentro mío la pasión.
Tu piel, tierra de gloria inexplorada, paraíso de cualquier conquistador, ¡Feliz me hace sentir que en tus playas el mástil de mi bandera lo clavé yo!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario